Kindelsbergturn

Una de las cervezas más conocidas y consumidas en Siegerland es Kombracher. Como su propio nombre esta cerveza se produce en el pueblo de Krombach. En la etiqueta de esta cerveza, en el logo, aparece sobre la imagen simbólica de un camino que termina en una torre rodeada de pinos. Esa torre es Kindelsbergturn: la torre del monte Kindelsberg.


Cerveza Krombacher en copa. En la imagen del logo se puede ver, en pequeño, la torre | 2016-12-06

Este año la Torre Kindelsberg cumplirá 110 años. El monte Kindelsberg, donde está la torre, está en el municipio de Kreuztal, en Siegerland, Renania del Norte-Westfalia (Alemania). Kreuztal está compuesto por doce pueblos o distritos, entre otros, Krendenbach, Kreuztal, Krombach y Oberhess.

Puerta de entrada a las escaleras para subir a lo alto de la torre Kindelsberg
2016-12-06

Quizás el más conocido de los pueblos de Kreuztal es Krombach, ya que es aquí donde se fabrica una de las cervezas más famosas de la zona y que hoy en día también podemos encontrar en muchos supermercados de aquí: Krombacher. La fabrica de cerveza ocupa una gran parte del pueblo, y no es de extrañar que muchos de los habitantes del mismo, incluso de todo Kreuztal, trabajen en ella.

La cerveza Krombacher está muy buena, la verdad. Y, quizás, incluso sabe mejor si te la tomas en la torre que da imagen a la cerveza. Esta torre se construyó, si no he entendido mal, a principios del siglo XX a petición de un club de montañeros de Krombach. La idea venía rondando desde finales del XIX. La torre sería un centro de observación de la montaña. Ofrece unas vistas espectaculares de toda la zona.



Y eso que el monte Kindelsberg es más bien bajo. Pero en la zona es uno de los montes que más sobresalen. Así, en invierno las condiciones meteorológicas hacen que sea de difícil acceso. Nosotros subimos en coche casi hasta arriba, y aunque la carretera estaba limpia, es cierto que en algunos puntos había hielo. El bosque estaba casi blanco. En el camino nos juntamos con un bonito corzo que nos miraba fijamente y no tenía intenciones de irse. Una vez entró en el bosque veíamos como nos observaba desde detrás de los arbustos.

Así, para ser de ayuda a los montañeros y montañeras que ascendían la montaña, sobre todo en invierno, fueron haciendo cada vez un poco más grande la torre. Hasta los años 80 donde hicieron una pequeña cocina y pasó de ser un refugio o albergue a convertirse en un bar y hostal. Para subir a la torre hay que pagar 50 céntimos de euros por persona en la barra del bar. En el momento en el que pagas hay que esperar en la puerta para que la abran.

Entrada de la torre y del bar


No sabría decir cuantas escaleras hay pero son unas cuantas en espiral y en un pasillo bastante estrecho. Durante la subida hay alguna ventana que teniendo en cuenta que aunque no era invierno estaba cerca y que ya era de noche, se notaba mucho frío. La parte de arriba es un mirador cerrado por una rejilla, para evitar caídas, pero sin ningún tipo de cristal o plástico. Por lo que el frío que hacía era tan impresionante como las vistas. Aunque, como la visitamos por la tarde cuando ya había oscurecido lo único que atisbábamos a ver eran las luces de los pueblecitos. Aún así, las inmensidad de las vistas es impresionante.



Desde lo alto de la torre Kindelsberg | 20161206

El bar en sí solo ya es un atractivo porque tiene un encanto único. Una cabaña de montaña lleno fotografías de la zona, pegatinas, cuadros, ilustraciones sobre la minería, sobre la montaña, la propia torre.... Las paredes están repletas de historias. La decoración navideña le daba un toque, todavía, más especial. Un lugar muy acogedor donde puedes tomarte una buena Krombacher, un chocolate caliente o picar algo.


En la zona hay muchas curiosas señales dirigidas a los pueblos cercanos. Se puede ir en coche hasta arriba, aunque como nuestra anfitriona no estaba muy segura, dejamos el coche en el aparcamiento de abajo.

Aparcamiento

Por la zona de la torre Kindelsberg
2016-12-06

Curiosidades alemanas. Es muy curioso que cuando estas en un bar y te traen la bebida en el porta-vasos te hacen una marca pequeñita de arriba abajo, |,  y, cada vez que pides un pote más, le van sumando marcas: ||. Así, a la hora de pagar, las y los camareras/camareros podrán saber cuantas consumiciones has tomado. Esta curiosa 'costumbre' nos la contó nuestra anfitriona al ver como la pareja que estaba sentada cerca tenía ya unos cuantos palitos apuntados. A nosotros en pocas ocasiones nos apuntaron las consumiciones, se notaría que veníamos de fuera.



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